Preguntas frecuentes

Todo lo que necesitas saber

Preguntas frecuentes

El tratamiento no tiene efectos secundarios graves. Algunos posibles efectos leves incluyen:

  • Molestia inicial en la cabeza.

  • Mareo leve al finalizar la sesión.

  • Sensación de tirantez o picor en el cuero cabelludo entre sesiones.

Durante los primeros 10-15 minutos, es común sentir una molestia leve o presión en el cuero cabelludo. Luego, esa zona se «adormece» y la sensación desaparece. No se considera un dolor intenso, sino una incomodidad transitoria.

La duración depende del tipo de quimioterapia. Al tiempo habitual de la sesión se le debe sumar el tiempo de uso del gorro de frío, que puede variar entre 1 y 3 horas adicionales.

Es posible sentir algo de frío, ya que el sistema enfría el cuero cabelludo. Esto se puede aliviar con mantas o ropa de abrigo. Pacientes de todas las edades, desde los 19 hasta los 92 años, han utilizado el gorro sin necesidad de retirarlo, y muchas incluso se duermen durante la sesión.

Puedes tomar suplementos siempre que tu oncólogo los autorice y no estén contraindicados. Es fundamental que estos no estimulen la circulación sanguínea del cuero cabelludo, ya que esto podría interferir con el tratamiento oncológico.

La longitud ideal del cabello es hasta los hombros aproximadamente. Si está muy largo, puede ser más propenso a la caída debido al peso. Cada caso es único, así que es importante evaluarlo individualmente para conservar la imagen personal en la mayor medida posible.

Generalmente, cejas y pestañas suelen resistir bien la quimioterapia. En algunos casos, se presenta una caída parcial, entre un 15% y un 30%. Esta pérdida no siempre es uniforme, por lo que algunas pacientes optan por realizarse una micropigmentación antes de comenzar el tratamiento como medida preventiva.

Sí, puedes iniciar nuestro tratamiento aunque ya hayas comenzado con la quimioterapia. Es importante saber que la eficacia en la conservación del cabello puede disminuir si no se empieza desde la primera sesión. Aun así, el tratamiento ayuda a proteger los folículos pilosos para las próximas sesiones y puede prevenir la alopecia permanente.

No. La temperatura del cuero cabelludo durante el tratamiento se mantiene alrededor de los 5–6 °C, lo que no produce daño. Si bien algunas pieles pueden ser más sensibles, hasta la fecha no se han reportado casos de lesiones graves como necrosis.

Sí. Incluso con el tratamiento, es normal perder entre un 15% y un 30% del cabello, ya que el gorro no se utiliza fuera del hospital y la quimioterapia sigue circulando. Aun así, el objetivo es que esa caída sea uniforme para evitar zonas despobladas. Algunas áreas como las entradas o la coronilla son más propensas a la caída localizada.

No. Nuestro tratamiento es estético, no sanitario, por lo que no requiere supervisión médica directa. Además, se aplica mientras recibes la quimioterapia en el hospital, donde estarás en todo momento acompañada por profesionales sanitarios.

Aunque es poco frecuente, la alopecia crónica puede presentarse tras ciertos tratamientos de quimioterapia. Muchos dermatólogos recomiendan el uso del gorro de frío para preservar el cuero cabelludo y reducir significativamente el riesgo de una pérdida de cabello permanente.

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